En el aseo parcial del cuerpo solo se limpian las regiones del cuerpo que están en contacto
directo con el exterior como son: la cabeza, las manos y los pies.
La higiene del cabello se
completa por medio del cepillado, peinado y lavado con agua y un
jabón adecuado. Su lavado puede realizarse dos o tres veces a la
semana. Es necesario frotarlo con la yema de los dedos. Ha de
realizarse un buen enjuagado.
Los ojos normalmente se
higienizan por ellos mismos mediante la secreción lagrimal.
Deben lavarse con agua,
especialmente por las mañanas para eliminar las legañas.
En bebes la limpieza de
los ojos se realizara con una gasa empapada en agua estéril y
siempre desde el ángulo interno al ángulo externo del ojo.
El momento más adecuado
para limpiarlos es a la hora del baño. Las orejas se lavaran
diariamente con agua y con jabón.
La producción de moco
como lubricante y filtro para el aire es importante, pero el exceso
de mucosidad obstruye las fosas nasales y dificulta la respiración.
Los recién nacidos y
lactantes respiran obligatoriamente por la nariz, de ahí la
importancia de mantener siempre despejadas sus fosas nasales.
La limpieza bucal es una
práctica necesaria que debe realizarse a diario y siempre que se
consuman alimentos.
Son los padres quienes
desde el primer momento influyen en la higiene bucal de los niños.
En la escuela infantil los educadores se encargaran de reforzar y
supervisar esta actividad.
Es imprescindible usar un
cepillo para limpiar las manos, ya que son uno de los más
importantes vehículos de transmisión de infecciones.
Es aconsejable cortar las
uñas con frecuencia ya que acumula suciedad. El corte de las uñas
debe ser casi recto.
El mejor momento para
cortar las uñas es después del baño.